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jueves, 29 de marzo de 2012

Planeta


Un ejemplo de cómo el ruido contamina el medio ambiente

La contaminación sonora afecta directamente el medio ambiente. Se sabe que algunas especies de peces, aves y ballenas se ven afectadas por el ruido que produce el hombre. Un nuevo estudio indica que ni siquiera las plantas son inmunes a los efectos de la contaminación acústica.

San Francisco (Crédito: Getty Images)


El ruido y el medio ambiente

¿Cómo es posible que el ruido, un sonido, sea capaz de afectar hasta la vida de lasplantas? 

La contaminación sonora perjudica la vegetación del medio ambiente en forma indirecta. Nunca hay que perder de vista la intrínseca relación que existe entre los componentes de un mismo ecosistema. 

En primer lugar, el ruido altera la comunicación entre animales de una misma especie. Distintos estudios confirmaron que, en lugares ruidosos, algunos pájaros cantan en frecuencias más altas, o que los murciélagos encuentran dificultades para hallar presas. 

Las ranas no encuentran parejas para aparearse, y las ballenas suben el volúmen de su canto para escucharse entre ellas. 

Este tipo de incidencias en las especies capaces de percibir el sonido repercute también en los ciclos de vida y reproducción de las plantas que los rodean. 

Es entonces cuando los efectos de la contaminación sonora llegan al reino vegetal. Los científicos tomaron el caso, por ejemplo, de las urracas.

Aphelocoma californica, un tipo de urraca. (Crédito: Wikimedia Commons)

Las observaciones en una zona boscosa de Nueva Mexico indicaron que esta especie de ave azulada ni se acercó a los pinos más contaminados por el ruido. En los lugares más ruidosos, la polinización a través de la dispersión de la piña fue llevada a cabo porratones. 

Por supuesto, la polinización del pino a través de los ratones no es tan óptima como la que llevan a cabo las urracas. Las aves juntan grandes cantidades de semillas en el otoño y las esconden, para comerlas durante la escasez del invierno. Muchas de estas semillas quedan escondidas para siempre, lo cual permite la germinación y el crecimiento de nuevos árboles. 

Los ratones simplemente comen las semillas sin esconderlas, y estas generalmente no sobreviven el paso por el sistema digestivo de los roedores. 

Pero la cadena de incidencias que se desprende de un ecosistema afectado por elruido no termina allí. 

Paralelamente, los descubrimientos indican que, ante la preferencia de las urracaspor los lugares silenciosos, otras aves, como los colibríes de cuello negro, prefieren mudarse a los sitios ruidosos y construir sus nidos allí para evitar encontrarse con otras especies de aves.


Nido de colibríes pechinegros (Crédito: Wikimedia Commons)

¿Qué cambios que pasan de ser percibidos traerá este comportamiento de las aves sobre los insectos, principales responsables de la reproducción de las plantas? 

Los estudios aún no avanzaron sobre esta interrogante, sin embargo no es difícil imaginar un importante número de transformaciones desencadenadas por lacontaminación sonora en el mundo de los invertebrados. 
Urracas tomando un baño



El ruido y la salud

El ruido es un mal de nuestros tiempos. Quizá es un tipo de contaminación que no sólo afecta el medio ambiente (como muchos prefieren verlo, separado del ser humano), sino que perjudica directamente la salud del hombre.

La contaminación sonora, o acústica, puede pasar de ser un ruido molesto, a transformarse en una fuente de verdaderos problemas psicológicos o de dolores físicos ocasionados por sonidos que alcanzan los 140 decibeles, el umbral del dolor.

Lamentablemente, no son ruidos en absolutos ajenos a la vida urbana.